Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

miércoles, 12 de julio de 2017

Mi elemento

Hoy escribo desde una habitación de hotel en algún lugar de algún país, poco importa. Para cuando lo leáis ya estaré de nuevo en el coche tragando kilómetros para ir a ver a gente que todavía no conozco, hablar un rato con ellos y volver a empezar la rueda. Sé que a mucha gente este trabajo no le gusta nada pero yo me siento bien en él. Quizás no viajando continuamente, al final agota y te pierdes demasiadas cosas, pero una escapada de vez en cuando, romper con la rutina de la oficina. Ver cara a cara a esa gente con la que normalmente sólo hablas por teléfono, conocer lugares nuevos, empresas nuevas... sí, definitivamente me gusta, me siento bien, en mi elemento, o casi.

Casi porque todos sabéis que lo que de verdad, de verdad me gustaría sería vivir de la escritura. ¡Y qué difícil es eso! he hecho mis pinitos y he disfrutado muchísimo con las presentaciones, las charlas con lectores, ir de acá para allá a donde nos llamaran... de nuevo viajar, ver caras nuevas, conocer gente diferente, tener la ocasión de conocer otras realidades... mente inquieta la mía, definitivamente no estoy hecha para un trabajo rutinario. Y no es que la rutina no tenga sus ventajas, las tiene claro. Y entiendo a la gente que la necesita. Yo lo que necesito es más bien un equilibrio, también difícil de lograr, no tengo sueños fáciles yo.

No hace mucho hablaba con alguien un poco de todo esto y me decía que estaba harto de su trabajo, que no es lo quiere hacer, que nunca lo ha querido y sin embargo lleva ya muchos años realizándolo. Le pregunté qué quería hacer a cambio. Tampoco lo sabía. Ese es un mal muy común. No nos tomamos el tiempo de parar y reflexionar. Me acordaba de este gráfico, o de alguno parecido:



¿Os lo habéis planteado alguna vez? porque está muy bien eso de "el elemento", pero con frecuencia se nos queda cojo. Está muy bien eso de dedicarte a tu pasión pero en el mundo en que vivimos, nos guste o no, (casi todos) necesitamos un trabajo decentemente remunerado. ¿Habéis probado a vivir de la escritura? uff... así que sí, este trabajo me gusta, me sitúa, si no en el centro mismo al menos muy cerquita. Por supuesto nada es perfecto, ni hay forma de saber qué evolución seguirá. Bastantes tumbos he dado ya últimamente como para no saber esto, pero también sé que hay que disfrutar el momento, sin perder de vista el pasado ni descuidar el futuro, pero viviendo el ahora porque en menos que canta un gallo se nos ha escapado y si no hemos estado atentos lo habremos perdido. Lo que este en nuestras manos (que suele ser bastante más de lo que nos pensamos) tratemos de gestionarlo de la mejor manera posible y lo que no... bueno, depende, pero siempre hay opciones ¿verdad? aunque al final la única razonable sea cerrar una puerta para abrir la siguiente.





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