Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

miércoles, 15 de febrero de 2017

Móviles y niños

Sí, sí, ya estoy en esa fase en que empiezas a plantearte que cualquier día de estos tendrás que claudicar y comprarle un móvil a la niña. Partiendo de esa base, parece que comúnmente aceptada, de que el paso a la ESO implica también la adquisición del aparatito, mi hija da por hecho de que para su próximo cumpleaños (el de los 12, en mayo) caerá ya el móvil. Y no es que Sofía sea muy tecnológica que digamos, de hecho, la tablet se la regalamos nosotros más que pedirla ella para ver si con algo así más divertido y facilón empezaba a entrar un poco más en el mundo informático porque una cosa es que las nuevas tecnologías te gusten más o menos y otra es que en este mundo que vivimos (y lo que te rondaré, morena) tampoco te puedes permitir el lujo de quedarte fuera de ellas.



Por lo mismo, viene el problema con los móviles. ¿Necesita mi hija un móvil con 12 años? pues no. Teniendo su tablet además, menos aún. Pero esto no es tan fácil. De momento en su clase se mueven con los hangouts de google y no usan aún el whatsap pero cuando empiecen... ya no cuando empiecen, en el momento en que toooodaaa la clase tiene whatsap y lo usa para sus comunicaciones habituales, no puedes dejar a tu hij@ fuera de eso. La cuestión de si la comunicación entre compañeros de clase debería depender tanto de un aparatito cuando se están viendo a todas horas es otra historia, que desde luego tiene tela, pero hay que reconocer que como herramienta el whatsap, con sus grupos, es poderosísima. Para bien y para mal.

Yo particularmente sí soy muy partidaria de dar a los niños este tipo de herramientas a una edad apropiada (no me parece mal la barrera de la ESO siempre que su madurez sea la correspondiente al curso, que de todo hay) El día que mi hija empiece a salir con sus amigas me sentiré mucho mejor desde luego si lleva su móvil y puede llamarme en cualquier momento o sé que puedo localizarla. Y además, con todos sus riesgos, o precisamente por ellos, no podemos meter a los niños en una burbuja. Igual que les enseñamos a moverse correctamente por la calle y no irse con desconocidos, hay que enseñarles a moverse en el mundo virtual. Ni más ni menos, ya forma parte de nuestras vidas tanto como el real.

Puntos que me parecen importantes para una gestión correcta del móvil:

(así a bote pronto, que habrá mil más pero bueno, que estoy empezando con esto)

- Si te mando un whatsap me contestas  (si estás con tus amigas evitaré llamarte, que yo también he tenido su edad, pero contestar a un whatsap no te compromete para nada) Si no lo haces te quedas sin móvil.

- Si has dicho que volverás a una hora y no lo haces (aparte de asumir las consecuencias) ¡me avisas! Si no lo haces, te quedas sin móvil.

- Al cole te vas sin móvil (ni falta que te hace allí)

- Internet, las redes sociales, el whatsap y todo el largo etcétera tienen sus peligros, por supuesto, pero también son herramientas muy potentes. No pienso privarte de la oportunidad de aprender a manejarlas y sacarles todo su partido, pero tampoco voy a dejarte sola trasteando en ellas. Sé que tu derecho a la privacidad es importante, y lo respeto, pero tendremos que llegar a un acuerdo para que yo pueda acompañarte en ese descubrimiento sin que te sientas invadida.

A mí este último punto es el que más complicado me parece. Sé que desde instancias oficiales hay muchas recomendaciones y hasta propuestas de contrato con los hijos (interesantes, echarles un ojo, aunque no lo hagáis tal cual seguro que sacáis ideas) Hay quien incluso recomienda directamente espiar sus móviles pero a mí eso de espiar no me va nada. Igual peco de ingenua pero prefiero seguir construyendo una relación sólida (que no de amigas) con mi hija para que pueda seguir hablando conmigo de todo con confianza y me cuente cuando tenga un problema, incluso aunque esté metida de lleno en la adolescencia (no, no es una utopía, conozco casos, se puede hacer, aunque por supuesto es mucho más laborioso que simplemente espiar)

En fin, que todavía tengo que acabar de darle vueltas al tema pero lo del móvil planea ya sobre nuestras cabezas y habrá que ver cómo gestionarlo (y ponernos de acuerdo en la pareja, que esa es otra, no siempre los dos miembros de la pareja van a pensar igual en este aspecto)

Ya os contaré cómo se resuelve la cosa cuando llegue el momento. Entre tanto, se agradecerán todos los comentarios de aquéllos que ya hayáis pasado por esto. ¡Gracias!

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