Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

lunes, 9 de enero de 2017

Cocinando sin gluten



Hace unas semanas nos confirmaron que mi hija es celíaca. Nunca ha tenido síntomas pero al parecer eso es algo bastante común y desde luego, no significa que haya que descuidarse con la alimentación. Se note o no, el gluten, presente en tantos alimentos, le hace daño a nivel intestinal. Lo explica muy bien La Mar de Cookies en su blog.

Afortunadamente, le ha tocado en un momento en que el mercado está lleno de productos aptos para celiacos y no es difícil encontrar casi cualquier cosa. Además, he descubierto que éste es uno de esos mundos en los que encuentras rápidamente apoyo.

Por supuesto, lo primero ha de ser ponernos en contacto con la asociación de celiacos de nuestra zona. Nosotros todavía no hemos hablado con ellos por esto de que nos ha pillado todo en estas fechas tan raras pero ya me he puesto en contacto para fijar una primera cita porque aunque creamos que lo estamos haciendo todo razonablemente bien, como buenos novatos que somos en este mundo, seguro que hemos metido alguna pata que otra.

Lo que sí había hecho ya en cuanto se fueron confirmando las sospechas de celiaquía fue ir informándome de lo que pudiera y así descubrí la que después he oído nombrar como "la biblia del celiaco": la página de Dany: singlutenismo, extraordinariamente completa. Tanto nos ha gustado que Sofía llama a la zona del armario que hemos destinado para sus cosas, "mi rincón singlutenismo" Porque sí, además de buscar productos que no contengan gluten, también hay que tener mucho cuidado con las posibles contaminaciones cruzadas así que de momento ya le hemos comprado exclusivamente para ella una tostadora y una sandwichera individual, sólo para su pan sin gluten.

Hablando de pan, esa es otra historia, hasta que encuentras el que te gusta y además puedes comprar con cierta facilidad, sin tener que cruzarte media ciudad. Para el pan de molde, acerté a la primera, porque la segunda vez compré otro que se le desmigaba mucho y hemos vuelto al primero, de Schär. Para el pan normal, descubrí por casualidad que en mi Panishop de cabecera lo puedo encargar de un día para otro y me traen, ya hecho (no congelado como en otros sitios, que también nos ha pasado) unos panecillos redonditos, de tamaño muy adecuado para mi hija, (eso sí, más caros que la barra entera que compro yo, y eso que no compro la más barata) y que están muy ricos.

Hasta hemos viajado ya sin mayores problemas. De Zaragoza a Madrid paramos por el camino (en Lodares de Medinacelli) y además de galletas y productos varios envasados y sin gluten, nos ofrecieron hacerle un bocadillo si quería ya que también tenían panecillos, aunque sólo en la cocina, no fuera a la vista (entiendo que para evitar contaminaciones) Salió el cocinero de propio a preguntarle de qué lo quería y él mismo se lo llevó a la mesa cuando lo tuvo listo. No puedo responder de cómo lo preparó dentro, por supuesto, pero al menos parecía que sabían de qué va esto de la celiaquía.  En Madrid intentamos tomar un café en un bar pero no sólo no tenían nada sin gluten sino que después de casi 20 minutos esperando a que nos sirvieran lo que habíamos pedido (unos cafés y algo de bollería, nada extraño), tras preguntarles y ver que ni sabían de qué pedido hablábamos nos fuimos sin tomar nada así que en este caso lo del gluten fue lo de menos. De hecho Sofía fue la única que pudo tomar algo puesto que llevaba sus galletas de chocolate aptas por si acaso. La comida genial. Vi que en el VIPs (que a mis hijos les encanta) tenían carta sin gluten y allá que nos fuimos. Está además certificado por FACE y ves pequeños detalles que te dan confianza. Lo primero que hicieron al pedir el menú sin gluten fue cambiarle el mantelito individual por otro diferente. Toda su comida salía en unos platos de distinto color que los nuestros, supongo que todo para evitar confusiones accidentales, y encima para postre, donde a mí me sacaron una tortita, a ella le sacaron tres (jo)

Como os decía, también he descubierto que este es un mundillo en que encuentras mucho apoyo. Ya el primer día que pasamos por la tienda que os nombraba antes (plenas fiestas, una fila de mil demonios), vimos que en la propia fila la gente te aconseja o te comenta cosas sobre los productos. Luego, como es normal en esta era nuestra, me metí en un par de grupos de celiacos en facebook, aparte de seguir páginas varias, y la verdad es que da gusto. Ayer mismo se me ocurrió preguntar en el de Zaragoza dónde conseguir una buena empanada sin gluten, o en su defecto, qué masa es mejor para prepararla en casa y en apenas unos minutos tenía ya varias respuestas para ambas preguntas.

De momento sigo con mi investigación de productos y dónde comprarlos, pero ya sabéis que soy cocinicas de natural así que pronto empezaré a trastear en la cocina con mis nuevas harinas (he comprado de maíz, de garbanzo y de arroz) De momento quiero probar a hacer mi propia masa madre para hacer nuestro propio pan (ya me han hablado de las panificadoras pero no me gustan estos inventos, prefiero hacerlo yo) Cualquier día de estos prepararé unas crêpes, a ver qué tal salen, y me quedan pendientes distintos bizcochos y unas tortitas de maíz para los burritos, aunque de momento aproveché una oferta y compré tres paquetitos, pero aún así, vaya precio llevan...

He creado ya la nueva etiqueta de cocina sin gluten. Espero ir rellenándola muy pronto. Se admiten sugerencias...

No hay comentarios:

Seguidores