Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

martes, 21 de enero de 2014

Fomentando la competitividad (sana)

Hace unos días hablaba con mi profesor de patinaje de que mi hija no es nada competitiva (él lo es mucho) y él intentaba convencerme de que para los niños es como un juego, que ser competitivos no es malo... y en realidad, eso ya lo sé. Yo nunca he dicho que no ser nada competitiva fuera bueno. Tampoco serlo en exceso, claro. Como en todo, en el equilibrio está la virtud.

Pero estoy totalmente convencida de que un puntito de competitividad bien entendida es excelente porque ¿no es eso acaso lo que nos fuerza a mejorar y superarnos continuamente? ¿quién quiere quedarse en lo cómodo? sí, vale, mucha gente, pero eso no significa que sea bueno. Es muy fácil quedarnos en nuestra zona de confort, lo sé, pero ¿cómo se avanza así? igual es que yo estoy un poco obsesionada con la mejora continua y la evolución, no sé, pero si sé que tampoco a mí me vendría mal ser un poco más competitiva en algunas cosas.

Es una más de las cosas que puede enseñarnos el deporte. Pero por favor, papis, recordad (recordemos) este simple decálogo:


Hoy me he enterado de que Serafín Zubiri va a aprender a patinar para participar en la maratón Pamplona-Puente la Reina, una de las pruebas más duras de este deporte. Después de leerme sus éxitos deportivos hasta el momento (wikipedia) y haberlo visto en Splash, famosos al agua, no tengo ninguna duda de que lo conseguirá. Los límites nos los ponemos cada uno, ¿no os parece? cada día estoy más convencida de que existen más en nuestra cabeza que en la realidad. ¿No es una buena lección que aprender nosotros mismos y enseñar a nuestros hijos? ¿No somos nosotros mismos quienes nos ponemos límites y se los ponemos a ellos? ¿Cuántas veces les habéis dicho eso de "no hagas eso que te vas a caer" o similares?

Hala, os dejo tema para pensar un ratico...

2 comentarios:

Uma dijo...

pues si, bien entendido está bien ser un poco competitivo, sobre todo si hablamos de deporte, juegos.
Pero este tiempo atras escuhe una cosa que me gusto más...que los padres deberiamos fomentar la competencia, no la competitividad.
Instar a nuestros hijos, y a nosostros mismos, a hacer las cosas bien, a mejorarlas hasta hacerlas perfectas, ayudandote de los demas y ayudando a los demas..
Tal vez sea una competencia con uno mismo...
a mi me encantó ese matiz dialectico
Besos

Anónimo dijo...

Genial el post!!!

Hoy hay mucho miedo a la competición, y lo malo no es la competición, sino los competidores.

Para mí la competición es un juego sano, donde me esfuerzo al máximo por ganar a mi amigo, compañero, o contrario que se diría también...y al final, le felicito por lo bien que lo ha hecho, lo que se ha esforzado y el resultado que ha conseguido con ello.

Le felicito, si se ha esforzado, que es lo que tiene mérito. Lo más importante, es esforzarse, para eso está hecha la competición, para superar tus límites.

Y a mí, la competición me ha hecho mejor, mejor persona, y mejor deportista.

El resultado, el ganar o mejorar tus resultados, es simplemente una recompensa. Porque no olvidemos, que todo esfuerzo, si no hay recompensa, no hay motivo para seguir esforzandose.

En todo en la vida, debe haber una meta, un objetivo, conseguirlo siempre lleva recompensa, esforzarse y trabajar es el camino.
Si no hay eso, se está perdido.

Los niños tienen que aprender, la meta es aprobar, la recompensa es tanto el reconocimiento de su entorno, pasar de curso (reconocimiento del colegio), seguir con sus amigos, y el camino es estudiar y hacer los deberes.
Acaso alguien cree, que si no existiese el sistema de pasar de curso, si nadie te reconociese lo que has hecho, no hubiese examenes para aprobar, siempre siguieses con tus amigos...etc...los niños harían lo mismo?

Es super importante la competición, eso sí, la competición dentro de tu margen de nivel digamos.

Es muy malo si un niño se esfuerza, pero porque los otros niños son más mayores, o entrenan más, o simplemente tienen más medios y/o talento, siempre le ganan. Ese niño no obtiene recompensa a su esfuerzo, a ese niño no le gustará y dejará de hacer esa actividad y dejará de esforzarse.

Igualmente si un niño siempre obtiene resultado sin esforzarse, decaerá su capacidad para mejorar y esforzarse, y caerá en la vagancia y en la dejadez. Está sobrerecompensado para su esfuerzo.

Si queréis niños sin capacidad de esfuerzo, alejadlos de la competición.
Y no se aleja a un niño de la competición por no apuntarlo a un deporte y que juegue, se aleja de la competición por sobreprotegerlos, porque la competición está en todos lados...en el aula, en el patio a la hora del recreo (los niños juegan/compiten de forma espontanea a futbol, comba, tazos, peonza...), en el deporte...en todo.

Y siempre esfuerzo. Quieres algo? ganatelo.

Los reyes magos no deberían existir. A mí se me saltan las lagrimas cuando un niño se pega ahorrando tiempo y tiempo y al final rompe su hucha para comprarse...unos patines, o unas ruedas. También habría que ver de qué forma se va ganando el dinero, pero en principio es un buen modo.

Regalos por la comunión, por cumpleaños, por navidad...qué han hecho ellos para merecerlos?

Podrás decir que por Navidad se han esforzado en ser buenos...pero...acaso crees que un niño es capaz de hacer una tarea (portarse bien) con recompensa anual? (navidad). Como mucho los últimos días.

De todas formas, también, aquí al final parece que el esfuerzo debe tener recompensa material...NO. Cariño, reconocimiento...es lo más importante, aunque complementarlo muy de vez en cuando con recompensa material (sin pasarse), no es malo.

Esto es todo mi tocho. Perdón por el desorden, lo he ido escribiendo sobre la marcha

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