Bienvenidos a bordo

y gracias por acompañarme en este largo viaje sin retorno que es el de la maternidad. Me río yo de las peripecias de Ulises y de la paciencia de Penélope. Me río de los 12 trabajos de Hércules... ser madre sí es toda una aventura, a veces desesperante, casi siempre agotadora... pero siempre, siempre, siempre ¡tan gratificante! ¿queréis compartirla con mi familia?

miércoles, 20 de enero de 2010

Una vez más


y van trescientasveintisietemil, si las cuentas no me fallan, me propongo seriamente, pero muy seriamente, ponerme a dieta. Sí, ya, que os suena, que siempre digo lo mismo y luego no lo cumplo y blablabla... lo mismo me dice mi maridín, gracias...

Pero oye, yo no cejo en mi empeño. Sabéis que estoy en un periodo de cambios en mi vida. Mi proyecto de empresa va adelante y está a puntito de caramelo de hacerse realidad. Así que estoy en un momento especial. Retos, ilusión, miedos... sabéis también que yo para ser capaz de hacer una dieta necesito estar en perfecto equilibrio vital, pero es que ¡eso no ocurre casi nunca! así que, saldrá o no, lo lograré o no, pero de nuevo vamos a por ello. Y ¿sabéis qué? que al menos de intento en intento voy aprendiendo cosas y, lo más importante, voy introduciendo pequeños cambios a mejor. Me sigue faltando lo más importante (sí, la constancia también, pero no hablo de eso), me falta aprender a controlar mi ansiedad. Reconozco pero no sé controlar la sensación de tener delante lo que sea que se me ha antojado que me tengo que comer y estar pensando... no tengo hambre, ni siquiera me apetece esto, ¿por qué coño me lo estoy comiendo? y sin embargo comérmelo... voy progresando, al menos ya soy consciente de ello y a veces, pero solo a veces, consigo evitarlo. O estar perfectamente saciada y sin embargo seguir comiendo...

Además hoy he descubierto un blog que espero que me ayude. Os lo pongo por ahí al ladito por si queréis seguirlo. Me gusta porque me siento identificada con su autor y me parece que dice cosas muy razonables, muy en mi propia línea aunque lleva tanto tiempo escribiéndolo que no he podido más que echar un vistazo general, saltando un poco de aquí allá siguiendo sus autoenlaces.

Ya os contaré...

13 comentarios:

Uma dijo...

Yo tambien empiezo este enero el 27001º intento de regimen!!pero ya he prescindido de decirlo...en fin!!
Esto es como dejar de fumar, cuanta mas veces lo intentas mas probable es que lo acabes dejando!
animo y le echo un vistazo al blog!
besos

superwoman dijo...

yo estoy peor que nuncay lo que es peor no estoy nada motivada, Uffffff!!! ¡qué mal día tengo hoy!

Esther dijo...

Por lo menos lo intentas que no es poco, yo ya creo que paso olímpicamente, con no engordar me basta aunque mis 20 kilos que me sobrana ya me hablan de tu a tu! pero es que les he cogido tanto cariño....
Quítatelos antes de que te pase como a mi y te de tanta pereza y te importe tan poco adelgazar que lo dejes, así que ANIMO!!!

BB dijo...

Mucho ánimo, no te puedo decir más que constancia. Lo que si tengo claro por cuando veo a alguien de mi alrededor que se pone un poco a dieta, es que sin comer entre horas, dejando un poquito de lado el pan en las comidas para evitar hacer barquitos en las salsas estupendas que seguro preparas, y abusando de la plancha en lugar de las jugosidades, poco a poco te iras acostumbrando a no darte atracones, pq de verdad, ese día te sentirás tan llena que no te apetecerá. Sé que no soy buen ejemplo pq no me cuesta mantenerme en mi peso, es más, puedo perfectamente decir que no cuando sé que no debo, pero tienes que intentarlo, pq como bien dice Turuleta, nos acostumbramos y luego nos cuesta más.
De todas las maneras, solo tienes que encontrarte bien contigo misma y ser feliz.....y yo te veo estupenda en tu foto navideña, así que con un poquito de constancia...lo tienes chupado.
Bs. BB
P.D. De todas las maneras, siempre con control médico, por favor.

El Divan Digital dijo...

Buenos días,

Mi principal problema es que durante el día no tengo tiempo de comer al mediodía con tranquilidad y reservo la comida fuerte para la noche. Además, tengo muy poco tiempo para poder merendar a media tarde, y llego con un hambre de muerte a casa...Tengo que luchar contra ello, sabiendo que la cena debería ser la comida más ligera. Bueno, lo que sí intento es que la ansiedad no me haga picar, me concentro en mi trabajo y de ese modo no pico entre horas, esto es un logro.

ÁNIMOS CON LA DIETA, sobretodo hay que sentirse motivada, y el día que no uno necesita un caprichito, permitirlo, de lo contrario la ansiedad te corroe...siempre caprichitos controlados.

Un saludo.

Lamamma dijo...

UMA: ánimo, que esta vez es la buena... oye, si quieres que nos automotivemos, ya sabes cuál es mi email... igual haciéndolo juntas...

SUPERWOMAN: vale, vale... está claro, mal día... pero si no estás motivada, déjalo de momento... limítate a intentar controlarte un poco pero no intentes adelgazar, que bastante difícil es ya con la motivación por la nubes... oye, pero ¿tú no estabas delgadita?

TURULETA: ya, bueno, si yo también les tengo cariño, pero es que esa es muy mala costumbre... nada, nada, ¡guerra a los kilos de más!

BB: gracias por los ánimos. Sí, uno de mis grandes problemas es el pan, porque salsas no suelo hacer, y fritangas tampoco, y lo que es chuches nada, no les gustan ni a mis hijos, y por supuesto de comida basura cero pelotero, me gusta comprar fresco y cocinar yo misma, preferentemente a la plancha, así que ya ves, si es que malos hábitos tampoco tengo, bueno, sí, el picoteo descontrolado pero cuando me da la ansiedad.

Me ves estupenda en mi foto navideña porque me puse delante a Sofía para tapar, jajajaja

Ah, y sí, ya sé lo del control médico, pero esa es la teoría, ¿sabes? porque yo he acabado ya harta de médicos que te largan una fotocopia de una dieta estándar sin ni siquiera hacerte análisis... he pasado por dietistas, homeópatas, endocrinos... no, gracias, esta vez no. Tampoco tengo que perder tanto peso como para necesitar un control médico y desde luego no tengo la menor intención de hacer barbaridades.

DIVAN DIGITAL: sí, lo de la comida del mediodía es un problema. Oye, una idea, no para siempre, claro, pero ¿por qué no pruebas alguna vez con barritas sustitutivas? yo lo he hecho a veces y me gustan porque como son de chocolate (o de lo que sean, pero bueno, más o menos saben a chocolate) me calman esa necesidad de dulce y además a mí me saben muy buenas y tomadas con mucha agua (que también es bueno) a mí me llenan suficientemente. Ya te digo, no vale para siempre, pero para probar una semanita a ver... lo de merendar a media tarde tampoco te consume tanto tiempo, mujer, llévate una pieza de fruta o un mini bocadillo al trabajo, o un dan up... en cualquier caso, para no llegar muerta de hambre, también puedes probar a llevar siempre en el bolso una bolsita de frutos secos. Son muy calóricos pero sanísimos y si tomas sólo un mini puñadito el efecto sobre los kilos no es tan grave. Estoy de acuerdo contigo en lo de los caprichitos. Yo siempre lo hago, controlando mucho, por supuesto, y permitiéndome un capricho más gordo sólo muy de vez en cuando, pero sí, hay que concedérselo, además, el cuerpo si no se acostumbra a la alimentación escasita y ralentiza el metabolismo, ninguna dieta debería ser demasiado restrictiva, al menos no a medio plazo, otra cosa es una semanita de depuración por ejemplo. Tú que eres psicóloga... ¿no tendrías algún truco para ayudarme a controlar esa ansiedad? estoy pensando en apuntarme a pilates. Cubriría mi ración de ejercicio junto con las sesiones de natación y, por su filosofía, creo que puede ayudarme a encontrar ese equilibrio que me falta.

¿Qué opináis? ¿alguna lo ha probado?

Cruela DeVal dijo...

Ay hija cómo te entiendo....

y es que cuánto más mayor me hago más me superan las dietas... jo y eso que debería pero al final nunca las empiezo

bueno a lo mejor me animo contigo
ajajja
besos

El Divan Digital dijo...

@ Lamamma

Buenos días,

Para empezar, te pongo el link de todos los post etiquetados con "ansiedad" del diván digital, aunque traten distintos temas, todos tienen relación con la ansiedad y puede que la información te sirva de ayuda o puedas curiosear

http://eldivandigital.blogspot.com/search/label/Ansiedad

Luego, ¿qué podemos hacer para controlar la ansiedad? Pues generalmente, ir a la raíz y controlar el elemento que la está generando. Muchas veces son varios elementos y situaciones que poco a poco la han ido generando, y posteriormente, aparece la ansiedad "descontrolada" en nuestra vida diaria. Generalmente, son pensamientos repetitivos los que la retroalimentan, pensamientos que nos angustian y desencadenan esta actitud sobreaccelerada. Por nuestra parte, tenemos que identificar estos pensamientos y no permitir que se repitan con tanta facilidad, un ejemplo de pensamiento bastante común y ahora no lo voy a asociar a ningún tema concreto, es el de hacer un repaso antes de levantarnos de la cama, de todo lo tenemos que hacer ese día. Bien, este puede ser un buen pensamiento para ponernos en marcha y activarnos, pero para las personas que son sensibles a padecer ansiedad se convierte en un "superacelerador", incluso de las constantes vitales, despertando la ansiedad y convirtiendo el principio del día ya en una cuenta atrás. Por supuesto, los pensamientos que aparecerán a continuación son "no tendré tiempo de todo", "al medio día no se como podré hacer la comida", "la que me espera en la oficina, cuanto trabajo", etc...siempre suelen ser pensamientos "negativos" por decirlo de algún modo.

No es fácil combatir la ansiedad, yo intento romper con los pensamientos que la provocan, incluso dejando de hacer la actividad del momento ( por supuesto, si estoy en medio de una visita no me levanto, no es algo tampoco que me haya ocurrido), pero por ejemplo sí que en alguna ocasión he parado de escribir en el ordenador y me he levantado a tomar el aire cuando he visto que estaba un muy ansiosa y todo se hacía cuesta arriba.

A todos nos puede sorprender la ansiedad, y lo peor es que, justamente, lo haga de sorpresa y la desconozcamos...Así sí que le podemos tener miedo. La ansiedad no es un enemigo, es una respuesta natural del cuerpo necesaria para sobrevivir ( sin ansiedad no tendríamos un motor que nos empujara a hacer absolutamente nada), el problema es cuando la ansiedad se dispara y llega a unos niveles disfuncionales para nuestra actividad. La ansiedad se tiene que controlar, no eliminar...Tenemos que ser capaces de convertirla en nuestra energía positiva y motivadora, no en un lastre.

Anónimo dijo...

Ayyyy mama que no que no soy delgadita, lo que pasa es que soy alta y la cosa no se nota tanto. Además soy del las que engorda en conjunto no localizadamente. Así que hasta ahora, con algo de maña, iba disimulando. Pero ahora mismo ya no hay pa donde, ahora soy oficialmente gordita.

sara dijo...

Ánimo Lamamma, que con un poco de esfuerzo se pone uno en línea…

Yo en concreto el año pasado solté 12 kilos como si nada, sin prácticamente sacrifico alguno. La dieta, que todavía sigo, la inicié en septiembre de 2008, porque después de dar a luz a Lucía en diciembre de 2007, me quedé con 9 kilos de más encima, y no había manera de volver a mis queridos 54 kilos (mido 1.60, así que … no me queda más remedio que no pasarme con los kilos).

La dieta fue todo un éxito, al final, me saqué de encima no solo los 9 kilos que me sobraban sino que además me quite otros 3 más, y ahora estoy siempre entre 50/51, peso ideal para mí.

Pues está dieta milagrosa, al menos para mí, me la puso un endocrino, que tras una analítica me dijo que el problema que tenía yo en ese momento, es que por los cambios hormonales de los embarazos, el metabolismo se me había vuelto lento, y había que regularizarlos.

Durante 6 meses, entre septiembre de 2008 y marzo de 2009, me quitaron todos los hidratos. Podía comer de todo, salvo hidratos de carbono y legumbres, que los eliminaron totalmente de mi dieta (salvo el pan que me permitían un sándwich en el desayuno, y un trozo o dos de pan en cada comida). Me recomendaron comer a la plancha, incluir verduras en todas las comidas, y fruta en el postre. Me fijaron 5 comidas al día, el desayuno, la media mañana (vaso de leche con cuatro galletas), almuerzo, merienda (una pieza de fruta) y cena.

En marzo de 2009, había alcanzado mi peso ideal, y a partir de ese momento y durante los siguiente dos meses me fueron introduciendo poco a poco los hidratos de carbono.

Ahora sigo una dieta de mantenimiento, que incluye un día libre a la semana. Como legumbres una vez a la semana y pasta o arroz otra vez a la semana.

En fin, me he acostumbrado, y la verdad, estoy contenta, porque sin pasar hambre ni nada… y sin grandes sacrificios, me encuentro mejor que nunca.

Saludos a todas….

Mártir dijo...

Dios reparta suerte y que puedas terminar con exito tu dieta y que ese proyecto empresarial llegue a buen puerto....un beso y ¡adelante!!!

Elena-Z dijo...

Pufffff... yo es que ya ni me lo propongo. La última vez que me lo propuse fue una propuesta conjunta con mi costi:
Me tengo que poner a dieta...
Pues sí
Ahora que eres tú el que hace la comida, por favorrrrr... no hagas comidas con salsas ni fritangas, ni flan de postre...
Vale

¿Vale? Llegar a casa y encontrarte un enorme plato... no, enorme plato no, enorme fuente de judia verde con patata con un minúsculo hilito de aceite... eso me crea ansiedad. Y que te diga: TE LO TIENES QUE COMER.
Vamos a ver... ¿he retrocedido a los 16 años? Que me recuerdas a mi madre... Yo en mi vida me he comido semejante fuente de verdura... prefiero menos, incluso sin patata, que la patata son hidratos de carbono, y asi la cucharada de aceite cundirá más. Porque a mi la verdura me gusta, pero que tenga una gracia. Vale, se acabaron los sofritos de jamoncito, pero un hilo de aceite aromatizado tiene las mismas calorias que uno sin aromatizar, y le da otra gracia...
Por ejemplo....

Eso ya me crea una ansiedad que te mueres a la hora de comer... pero la comida la controlo: fuente de judia verde y alpargata a la plancha, no es problema, pero cuando llega la cena, estresada de todo el día, agobiada, hartaaaaaaa de todo y de todossssss... yo creo que como el triple de lo que debiera en la cena simplemente porque es lo único en mi vida que realmente controlo yo. Creo que la frase no es mia, creo que la lei en algún sitio, pero desde luego la hice mía por completo.
A mi ya ni sé los kilos que me sobran, pero lo mío ya es una cuestión de salud. Ya no es ni de talla... he descubierto un par de tiendas que tienen ropa muy de mi estilo en mi talla, y he descubierto la alegria de ir a comprarme ropa y no salir llorando de las tiendas.
Lo mio es un tema de salud. Asi que voy a aplicarme un pensamiento totalmente cruel para obligarme a hacer dieta: si sigo asi me puede pasar algo... y si a mi me pasa algo... ¿qué será de mi hija? Pues eso.
O si no quiero ser tan cruel... ayer fui a la pelu, que no suelo hacerlo. Y mi hija me dijo: mamá, estás guapiiisimaaaa... y no es lo que dijo, es cómo le brillaban los ojos al decirlo. Me hizo superfeliz, pero al mismo tiempo pensé: a ver cuanto tarda en preguntarme que porqué estoy tan gorda... porque llegará. Además, tengo un familiar relativamente cercano con su hija con anorexia, que le dijo a su médico que es que no queria por nada del mundo llegar a ser como su madre (sobradita de kilos). Y eso también me dio por pensar...

JOlin, vaya mensaje me ha salido...

Como puntito positivo: Elena: tu estás siempre genial. Podrías estar más delgada, vale, como todas. Pero yo te veo muy bien, la verdad.

Lamamma dijo...

ELENA: tu mensaje sí que me ha creado ansiedad, uff!!! relájate, guapa, que vas como una moto... lo de las niñas es desde luego de temer. Agárrate a lo que me soltó ayer Sofía, que no quería cenar más (y eran judías verdes con patatas) porque no quería engordar. Si con cuatro años y medio ya lleva esa preocupación no quiero ni pensar en su adolescencia! pero bueno, ya hemos hablado de ello...

En cuanto a lo tuyo... ¿de verdad crees que controlas tu cena? a mí me da la impresión más bien de que ella te controla a tí. Si cenas más de lo que deberías y lo sabes, entonces es la ansiedad la que te está dominando (y sé de lo que hablo...) me parece que tú y yo tendríamos que juntarnos a ver si entre las dos conseguimos controlar esos nervios...

Por cierto, DIVAN DIGITAL, gracias por los comentarios sobre la ansiedad. En realidad, leyéndote, pienso que quizás esté utilizando mal el término... o si la tengo desde luego es en un grado leve, nada exagerado. Pero sí es cierto que muchas veces me pasa como dice Elena, que cena el triple de lo que debería por los nervios y el estrés de todo el día. Parece que queramos liberarlo comiendo y eso es fatal para nuestro cuerpo. Yo una de la situaciones que tengo bien identificadas es la de niños peleándose, revueltos, gritando, llorando... tengo observado que en esa situación me da por comer. Y realmente tampoco es que el ingerir cosas me calme nada, pero no sé es como un placer inmediato...

SARA; tuviste suerte con ese endocrino. Pero esto es como todo, cuestión de dar con un buen profesional. Y a mí ahora mismo la verdad es que me faltan ganas para andar buscándolo. Sobre todo sabiendo que lo que tengo que modificar no son mis hábitos alimentarios propiamente, que ya son muy buenos, sino mi actitud hacia la comida. Lo que tengo que aprender es a no utilizar como consuelo/calmante/premio, etc. y para eso no necesito a un endocrino, en todo caso a un psicólogo.

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